Después de meses de especulaciones, conjeturas y fotos falsas, por fin el Samsung Galaxy S III es una realidad. Samsung decidió lanzar su nuevo teléfono por todo lo alto, y para hacerlo escogieron como escenario el Centro de Exhibición Earls Court de Londres y a la presentadora de televisión Suzi Perry como maestra de ceremonia. El resultado fue la revelación de un teléfono inteligente que de acuerdo con Samsung es el anuncio más grande del año.
En cuanto a especificaciones de hardware el Galaxy S III no es segundo de nadie. El nuevo teléfono es movido por un procesador quad-core Exynos 4 a 1.4GHz (un Cortex A9 de diseño, por lo que en esencia el mismo núcleo del CPU mismo se encuentra en el NVIDIA Tegra 3, OMAP de Texas Instruments, y en los chips A4 y A5 de Apple, entre otros) con un sistema integrado ARM Malí GPU, 1 GB de RAM, versiones de 16, 32, o 64GB de memoria flash (aunque para el lanzamiento sólo estarán disponibles los modelos de 16 y 32GB), y una pantalla Super AMOLED de alta definición de 4.8 pulgadas con resolución de 1,280 x 720.
Además viene con una cámara de 8 MP con flash LED en la parte trasera, idéntica a la del Galaxy SII, y una cámara VGA de 1.9 MP en la parte frontal, acelerómetro, GPS y posicionamiento GLONASS, brújula, giroscopio, y hasta un barómetro. Luego si los 64GB de almacenamiento no te son suficientes, puedes ponerle una tarjeta micro-SD SDXC y agregar hasta un máximo de 64GB adicionales.
En lo que a conectividad se refiere, las primeras unidades que serán lanzadas serán 3G con soporte para 21 Mbits HSPA+, y luego Samsung lanzará una versión 4G LTE en los Estados Unidos. Además el Galaxy S 3 soporta conectividad por 802.11a/b/g/n, NFC y Bluetooth 4.0.
Por último está la batería, que tiene una gran capacidad de 2100 mAh, lo necesario para soportar un procesador de 4 núcleos y Android 4.0.4.
En cuanto a diseño, Samsung nuevamente ha apostado por un tamaño grande, con unas medidas de 136,6 x 70,6 x 8,6 mm. A simple vista el teléfono podría asustar a aquellos que gustan de los teléfonos más manejables, pero al sostenerlo la cosa cambia, con un agarre muy cómodo y una gran sensación de ligereza que casi sorprende la primera vez que lo tocas. A pesar de todas las adiciones, el teléfono sólo pesa 133 gramos, un peso bastante aceptable para un móvil de esta categoría.
Respecto al diseño, el teléfono tiene una silueta redondeada, muy distinto al Galaxy S II y más parecido al Galaxy Nexus. Y viene en dos colores, Mármol Blanco (también conocido «blanco»), y Pebble Blue, que es un color azul tan oscuro que es básicamente negro.
Pero dónde Samsung ha decepcionado es en el acabado, los coreanos vuelven a apostar por el acabado en plástico o Hyperglaze como ellos prefieren llamarle, que no es más que plástico con una capa de pintura glaseada. Este es uno de esos teléfonos que obligatoriamente deberás llevar en una funda/estuche si no quieres que a los tres meses de uso, los rayones y los arañazos en la pintura hagan que parezca que sobrevivió a una guerra. Habría sido mejor una terminación metálica o engomada, pero para eso habrá que esperar al Galaxy S IV.
En la parte frontal volvemos a encontrarnos con un botón físico capacitivo, acompañado por dos botones táctiles retroiluminados (uno a cada lado del botón físico), respondiendo todos bastante bien a nuestras pulsaciones. Luego con la pantalla Samsung ha cumplido una de sus promesas con la incorporación de Gorilla Glass 2, con un cristal más ligero y resistente.
Para mantener el precio del Galaxy S III a un nivel razonable, Samsung ha decidido utilizar una matriz PenTile: donde cada pixel está formado por un par de subpixeles en rojo y verde o azul y verde, en lugar del trío tradicional RGB (rojo/verde/azul). PenTile tiene una mala reputación, ya que en algunas circunstancias pueden hacer que el texto se vea un poco borroso (en ambientes con mucha iluminación), o añadir franjas de color a las imágenes en blanco y negro, y bajo un microscopio, las matrices de PenTile no se ven muy bien.
Pero esto es solo una excusa para que los fanboys se puedan quejar. En la práctica, la pantalla se ve bien. Las pantallas AMOLED ofrecen un alto contraste y negros profundos, y el Galaxy S III no es una excepción. La resolución es suficientemente alta como para hacer que el texto se vea nítido y limpio, y si bien es cierto que bajo ciertas condiciones las pantallas Pentile no son las mejores del mundo, en condiciones normales se ve muy bien.
Para culminar con el hardware, parece que el elemento costo influyó para que Samsung no agregara la rumoreada pantalla de 12 MP, ni el recubrimiento impermeable que haría que el teléfono fuera a prueba de agua, pero nos mantendremos a la expectativa para ver si el próximo Nexus cumple con ambas promesas.
Aunque siendo justos, un teléfono con terminado en metal, pantalla RGB, cámara de 12 MP y recubrimiento hidrofóbico le habría salido muy costoso a Samsung y muy caro para el usuario final.
SOFTWARE
Respecto al software, el Galaxy S III viene con la clásica interfaz TouchWiz, bajo el que se esconde la versión 4.0.4 de del sistema operativo Android. Samsung ha querido además dotar al teléfono de nuevos sonidos y fondos de pantalla para personalizar el terminal, además de nuevos iconos introducidos en la pantalla de bloqueo.
En cuanto a su sensación a la hora de manejarnos por su interfaz, este terminal parece exprimir bastante bien su corazón de cuatro núcleos, ofreciendo una experiencia realmente satisfactoria. Las aplicaciones abren y cierran con soltura, nuestras peticiones parecen ser complacidas instantáneamente (el hacer zoom por ejemplo en el navegador ofrece una fantástica fluidez al igual que en la reproducción de vídeo) y no dudamos que su rendimiento a nivel gráfico (un 65% más rápido que su predecesor, según afirma Samsung) hará las delicias de los más exigentes, aunque por el momento es un aspecto que tendremos que dejar en veremos hasta que lo tengamos en nuestras manos.
Pero como siempre digo, la verdadera prueba del rendimiento se ve cuando le damos uso real en nuestra vida diaria, cuando está cargado de aplicaciones, canciones y archivos que ocupan espacio de almacenamiento y ponen el procesador a trabajar a fondo. Recién salido de la caja cualquier teléfono es rápido, y si bien el Galaxy S III es más que rápido, hasta final de mes no podremos ponerlo a prueba con trabajo duro.
Ahora bien, Samsung se ha esmerado en hacer que su nuevo teléfono se diferencie del resto de móviles Android, mediante la adición de varias funciones novedosas al software del teléfono.
Entre las novedades de software que trae este teléfono una de las más apludidas fue S Voice, un sistema de control por en lenguaje natural muy parecido a Siri. S Voice quiere parecerse bastante a Siri, pero por ahora se queda un poco lejos. S Voice soporta varios idiomas (inglés, italiano, alemán, francés), incluído el español, pero desafortunadamente las pruebas en hechas en el Earls Court no fueron muy satisfactorias, aunque mucho tuvo que ver el ruido en el auditorio. De modo que habrá que esperar hasta que tengamos el teléfono para probar está función más a fondo.
Según Samsung, S Voice permitirá desbloquear el teléfono, capturar fotos o controlar la reproducción musical, además de habernos asegurado que ya anda trabajando con aplicaciones de terceros para sacarle todo el provecho a la funcionalidad. Apple todavía no ha logrado ofrecer Siri en español, y si Samsung con S Voice logra hacerlo primero y de forma satisfactoria, Apple sin dudas tendrá problemas.
Otra función interesante añadida por Samsung en el Galaxy S III es la llamada S Beam. Con S Beam basta con poner dos teléfonos Galaxy S III juntos para poder intercambiar archivos al instante, desde películas, fotos, música, o lo que sea. Funciona a través de NFC, pero es más avanzado, ya que también combina Wi-Fi Direct.
Además, Samsung ha presentado AllShare, es como la funcionalidad AirPlay de Apple, pero para Samsung. AllShare utiliza DLNA para hacer que sea más fácil compartir y enviar vídeo, fotos y otros tipos de archivos multimedia directamente a otros dispositivos compatibles, como por ejemplo los televisores. Y para los televisores que no son compatibles con Wi-Fi Direct (todos los que no son de Samsung), Samsung lanzará un dispositivo de seguridad que se conectará al puerto HDMI y que permitirá usar la funcionalidad AllShare del móvil con cualquier televisor.
El Galaxy S III está lleno de sensores, y Samsung no ha dudado en sacarles provecho. Un buen ejemplo, es la nueva función de Smart Stay, que utiliza la cámara frontal para monitorear nuestros ojos y mantener cierto nivel de brillo. Al estar monitoreando nuestros ojos, puede mantener la pantalla encendida cuando detecta que estamos viéndola, y disminuir el brillo (o apagarla) cuando no la estemos mirando directamente. Esta función es interesante, pero no funciona del todo bien si tienes gafas oscuras o lentes bifocales.
Luego están los gestos, que también cobran especial protagonismo en este teléfono, pudiéndose realizar determinados movimientos que ejecutarán funciones o aplicaciones ya pre-establecidas, como por ejemplo girarlo de lado y en horizontal para abrir la cámara, ponerlo en la oreja para hacer una llamada a un contacto buscado en la agenda o mostrarnos alertas inteligentes. Todo ello deja en evidencia que Samsung quiere ofrecer con su nuevo teléfono un smartphone aún más inteligente e interactivo con el usuario.
CONCLUSIONES
El Galaxy S IIII es una evolución conservadora del Galaxy S II. El hardware es bastante potente y la interfaz y TouchWiz tiene una serie de funcionalidades únicas, interesantes y potencialmente útiles. Los fanáticos más puristas de Android se sentirán un poco decepcionados por el software a medida, pero para los demás, será una opción a considerar cuando salga al mercado a finales de este mes. Es una lástima que para toda la innovación que hay en el interior, y todo el trabajo que Samsung ha hecho en el software, todo esté envuelto en un paquete que es tan mediocre. Los teléfonos emblemáticos merecen algo mejor que el plástico.
El plástico es un buen material. No tengo nada en contra de plástico. El plástico es ligero. Recibe los golpes mejor que el vidrio, permite una gran variedad de colores, texturas y acabados. Por ejemplo, los teléfonos Nokia Lumia 800 y 900 son de plástico, pero su aspecto, textura y sensación de solidez han sido ampliamente elogiados. Asimismo, el HTC One X, están hechos de plástico, pero un plástico de alta calidad con un tratamiento de policarbonato que le da una sensación de resistencia y dureza.
Desafortunadamente, Samsung utiliza el mismo plástico barato, delgado y flexible, que usaron en los modelos anteriores y que hace que el teléfono parezca un teléfono de 5 dólares. Opino que si vas a construir un teléfono que a todas luces es una verdadera máquina inteligente, lo mínimo que debes hacer es darle una terminación a su altura. Es como ponerle puertas de hojalata a un Bugatti Veyron.
Ahora bien, en definitiva estamos ante un teléfono que ha sabido dar un salto importante impulsado por dos vertientes: cambios a nivel de hardware que eran de esperar y novedades a nivel de interfaz, que eran más inesperados, pero igualmente bienvenidos. Ahora bien, si en el reforzamiento a nivel de software, la presentación del Galaxy habría sido un fiasco, por las razones antes mencionadas, aunque su simbiosis de aspectos técnicos y la notable incorporación de funcionalidades a nivel de software pueden suponer sin duda el combo ganador para plantarse con fuerza y determinación en los escaparates.
Ahora mismo el Samsung Galaxy S III en cuanto a Hardware está por delante del iPhone 4S, pero ligeramente por detrás del HTC One X y muy por detrás del Lava XOLO X900. A nivel de software los tres terminales están parejos. El problema es que Apple aun no ha lanzado su nuevo iPhone y tienen todas las cartas a su favor para volver a ponerse en primer lugar.
Finalmente, si quieres comprar el Galaxy S III tendrás que esperar hasta el 29 de mayo, cuando llegará a Europa y otros 10 países. Y dos semanas después estará disponible en 146 países a nivel mundial y 296 operadores de telefonía móvil.
¿Y entonces, qué opinas del nuevo Galaxy S III?