Playgroundlabs ha tratado de imaginar cómo será el futuro de Google Glass a fin de visualizar cómo afectarán las pantallas de montura nuestras interacciones con la información, con los demás y con el mundo.
Google Glass está a punto de convertirse en realidad, pero creo que este tipo de gadgets serán más difíciles de utilizar de lo que todos nos imaginamos, ya que si bien es cierto que nos permitirán disponer de información en todo momento, lo cual es bueno, también es cierto que nuestro cerebro no está diseñado para gestionar de repente toda la información que Google Glass ofrecerá recién salido de la caja.
Y ni hablar del nivel de distracción que puede generar un dispositivo de este tipo. La gente actualmente va como sonámbula por la calle mientras digitan mensajes en sus teléfonos, y no quiero ni imaginar la cantidad de zombies ambulantes que veremos vistiendo este gadget cuando finalmente llegue al mercado.
Me gusta el concepto detrás de Google Glass, pero tengo miedo de que inicialmente termine siendo más peligroso que útil. En todo caso, los primeros años serán decisivos para esta tecnología.