Samsung Galaxy Gear

La era de la tecnología vestible ya está aquí. Primero fue Google Glass, luego el Sony SmartWatch, el Pebble SmartWatch, de nuevo el Sony Smartwatch 2 y ahora el Samsung Galaxy Gear. A continuación todos los detalles sobre el nuevo smartwatch de Samsung.

El reloj inteligente Samsung Galaxy Gear

Con el Samsung Galaxy Gear, la compañía surcoreana no ha escatima en diseño como suelen hacer a menudo con los teléfonos inteligentes de su familia Galaxy. El Galaxy Gear es delgado y elegante, parece cómodo y gracias al acero inoxidable y las seis opciones de color disponibles son suficientes para satisfacer la mayoría de los gustos. La cámara está incrustada perfectamente en la correa de goma y es completamente cómoda.

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Hay varias opciones de cara de reloj para que puedas personalizarlo, aunque la mayoría de la gente siempre encuentra un favorito y rara vez lo cambian. No obstante, no vendría mal que Samsung acepte las caras de terceros para ampliar el repertorio.

A pesar de que el reloj tiene un procesador de 800 MHz y una pantalla Super AMOLED de 1.63 pulgadas (320×320), se siente moderno, rápido y capaz. Las aplicaciones como Evernote, eBay, Spotify y Glympse funcionan de forma rápida y simple. Esta podría ser una nueva gran plataforma para aplicaciones móviles más específicas.

La interfaz de usuario es simple. Un golpe suave te lleva a una nueva sección. para volver atrás debes hacer un movimiento de deslizamiento hacia abajo. Basta con hacerlo un par de veces para dominarlo y hacer todo sin pensar.

Fuera de bolsillo

La razón principal para tener un reloj que complemente el teléfono inteligente es ahorrar la molestia de tener que estar sacando constantemente tu teléfono, desbloquearlo y tratar con el antes de cerrarlo y volver a colocarlo. El Galaxy Gear mostrará claramente las alertas que pueden ser de interés, de un vistazo. Eso significa que las llamadas telefónicas, textos, correos electrónicos y alertas de las redes sociales pueden ser fácilmente ignoradas o aceptadas con un toque.

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Un buen detalle es la función Smart Relay: si deseas leer un mensaje en detalle sólo tienes que deslizar un dedo en tu dispositivo Samsung Galaxy y el mensaje completo se mostrará automáticamente en la pantalla. El reloj distingue entre tipos de mensajes y te dice quien los envía para que pueda escoger, ideal si estás esperando un mensaje importante, pero estás demasiado ocupado para ver cualquier otra cosa.

Otro gran toque, que cualquier smartwatch decente debería tener, es un micrófono y un altavoz que te permita hacer llamadas. El Galaxy Gear tiene ambas cosas, y trae a la vida un sueño que hemos tenido desde los primeros días de James Bond.

También puedes redactar mensajes, crear entradas de calendario, poner alarmas y comprobar el estado del tiempo, todo con tu voz. A pesar del ruido en la sala de pruebas de que esto realmente funciona bien. Sin embargo, no le veo mucha utilidad a estas funciones en el mundo real.

Cámara a mano

La captura de un momento con la cámara a menudo es más importante que la captura de una imagen perfecta y en alta calidad. Así que tener en tu muñeca una cámara con unos miserables 1.9 megapíxeles, llamada Memographer, es mejor que rebuscar en el bolsillo para desbloquear la cámara del smartphone. En entornos bien iluminados la cámara hace un trabajo bastante decente. Ideal, por ejemplo, si desea capturar un momento divertido mientras corres. Y también graba vídeo, ideal para aplicaciones como Vine o Snapchat.

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La cámara está colocada de tal manera que no tengas que girar la muñeca demasiado. También es fácilmente accesible con un simple deslizamiento hacia abajo y haciendo clic para hacer una foto casi instantáneamente. Y la función de compartir viene integrada para que la puedas enviar en cuestión de segundos.

Otra función interesante es la que permite grabar nota de voz con Voice Memo. ¿Podría este ser el fin de las notas hechas con papel y lápiz? Si alguien decide lanzar una aplicación que convierte la voz en un documento de texto bien podría ser.

Elementos claves

Tener un reloj inteligente que se conecta al teléfono es una gran oportunidad para mejorar la seguridad, y Samsung la ha aprovechado. Cuando estás a más de 1.5 m de distancia de tu teléfono, el dispositivo se bloquea automáticamente, y se abre de nuevo cuando estás cerca. Y por supuesto, si pierde tu teléfono el reloj te ayudará a encontrarlo haciendo que suene un beep, que se ilumine y que vibre, se acabó el pedirle a tus compañeros que marquen tu número para ubicar tu teléfono.

La capacidad de controlar tu música desde la muñeca va a ser muy bien recibida. Ya me gustaría probar que tan fácil resulta cambiar las pistas y el volumen sin necesidad de tocar el teléfono mientras trotas. Incluso puedes hacer esto cuando el teléfono no está en rango. Y sí, también funciona con Spotify.

El Galaxy Gear también actúa como un podómetro, y funciona igual que muchos contadores de pasos de pulsera que calculan de manera precisa la cantidad de calorías que has quemado, los pasos dados y la distancia recorrida. Ideal para el seguimiento de interiores donde el GPS no funciona.

Lo que no me gusta

La primera cosa que no me gusta del Galaxy Gear es su precio. Según Samsung el precio de entrada será de 300 dólares en Estados Unidos y 300 euros en Europa. Un poco elevado, si lo comparamos con el Sony Smartwatch 2 que es 100 dólares/euros más barato y que hace casi lo mismo.

El segundo elemento que no me gusta es su dependencia de un dispositivo Galaxy. Está claro que Samsung quiere promover las ventas de sus teléfonos, pero ¿Qué pasa si tengo un teléfono Android que no sea Samsung? Pues que no podrás usar este reloj. En ese aspecto prefiero el Smartwatch 2 de Sony que al menos es compatible con la mayoría de teléfonos Android de última generación.

Veredicto

Si estás pensando en unirte al movimiento de la tecnología vestible, no hay duda de que el Galaxy Gear es un buen comienzo. Ahora bien, ¿vale la pena pagar 300 dólares por un reloj inteligente como el Galaxy Gear? Depende de cuánto dinero tengas, aunque en mi caso creo que la funcionalidad de los relojes inteligentes en general no justifican la inversión.

Es decir, cuál es el chiste de comprar un reloj inteligente si al final tienes que llevar el reloj en el bolsillo. Lo ideal sería que puedas salir a correr por las tardes con tu reloj en la muñeca y dejar el móvil en casa, pero pudiendo recibir las llamadas telefónicas y mensajes de texto desde el reloj. Ya lo sé, eso implica añadir chips de radio en el teléfono, pero eso sería lo realmente innovador, lo demás no es más que redundar.

El reloj inteligente definitivo debe permitir hacer/recibir llamadas y SMS cuando estés alejado de tu teléfono.

Debe ser lo más independiente posible del cargador, y eso implica al menos 15 días de autonomía de la batería entre carga y carga.

Y obviamente, el reloj inteligente definitivo debe ser 100% inteligente, nada de parasitismo tecnológico.

De momento ningún reloj inteligente ofrece eso, ni siquiera el Galaxy Gear. Por 120 o 150 dólares el Galaxy Gear podría captar un poco mi interés, pero por 300 dólares/euros prefiero pasar y esperar hasta que baje de precio o añadan algo en el reloj que justifique tal inversión.

 

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