Puede sonar a ciencia ficción, pero un médico italiano asegura que los trasplantes de cuerpo completo, donde la cabeza de una persona que vive se trasplante al cuerpo de un donante, podrían ser posibles en dos años.
Sergio Canavero, del Grupo de Neuromodulación Avanzada de Turín, Italia, fue el primero en proponer la idea de trasplantar una cabeza en el cuerpo de otra persona en 2013, y ahora quiere dar otro paso de avance al anunciar el proyecto en la Academia Americana de Cirujanos Neurologos y Ortopedas en junio, con el objetivo de conseguir apoyo y patrocinadores por ello.
La idea de Canavero se basa en la controversial operación donde en la que la cabeza de un mono fue trasplantada en un cuerpo diferente.
En 1970, el Dr. Robert White, un neurocirujano, realizó dicho procedimiento con dos monos rhesus, pero el mono que recibió el trasplante murió después de nueve días. En aquel entonces, los experimentos de trasplante de cabeza entre animales de White fueron catalogados como grotescos y bárbaros.
En un artículo publicado este mes en la Surgical Neurology International, Canavero asegura que el proceso depende de la reconexión de los tocones cortados a las dos médulas espinales involucradas.
En un procedimiento que él llama «fusión de la médula espinal GEMINI», explica que la «clave» del éxito radica en la «ruptura brusca de los propios cables», a fin de minimizar los daños. Aunque otros cirujanos hayan expresado sus dudas sobre el procedimiento.227
Harry Goldsmith, profesor clínico de cirugía neurológica en la Universidad de California, Davis, dijo a New Scientist:
«No creo que llegue a funcionar, hay demasiados problemas con el procedimiento.»
E incluso si el procedimiento es teóricamente posible, el mayor problema de Canavero podría ser la búsqueda de un país que permita hacerlo.
«El verdad ero obstáculo es la ética, ¿Podráhacerse esta cirugía por completo? Obviamente, serán muchas las personas que no estarán de acuerdo.»
Pero Canavero asegura que incluso si los Estados Unidos o Europa deciden bloquear el procedimiento, él se iría a otra parte.
«Si la sociedad no lo quiere, no voy a hacerlo. Pero que la gente no lo quiera en Estados Unidos o Europa, no significa que no se llevará a cabo en otro lugar. Estoy tratando de hacerlo de la manera correcta, pero antes de ir a la luna, hay que asegurarse de que la gente te seguirá».