Hace ya poco más de 1 año empezaron a tomar fuerza en el mercado los smartwatch o relojes inteligentes.
Estos dispositivos son, en esencia, una extensión de nuestro dispositivo móvil, que se encargará de mostrarnos las notificaciones que llegan a nuestro móvil, también cuantifican nuestra actividad física y nos permiten controlar algunos aspectos de nuestro smartphone sin necesidad de interactuar con el mismo.
Las conclusiones que expongo a continuación están basadas en un Sony Smartwatch 2. Este dispositivo pertenece a la generación anterior de Smartwatch, y uno de sus puntos flacos es que no cuenta con el sistema operativo desarrollado por Google para este tipo de dispositivos, Android Wear. Digo punto flaco porque al no contar con Android Wear, el desarrollo de aplicaciones para este dispositivo se ha quedado estancado, y de las que hay, no son muchas las que funcionen realmente bien.
Sin entrar en detalles respecto a las especificaciones de este dispositivo, quiero destacar dos aspectos que considero importantes. El Sony Smartwatch 2 carece de micrófono y de altavoz, por lo que no he podido utilizar las llamadas desde el reloj (una fantasía de la infancia). Tampoco he podido responder a los mensajes que veía en el reloj, para poder responder siempre he tenido que acudir al Smartphone, que en mi opinión que le resta atractivo.
Vuelvo a repetir que se trata de un dispositivo de la generación anterior de relojes inteligentes. Sin embargo, la nueva generación tiene algo que aprender de este “anticuado” reloj, su autonomía. Si bien es cierto que no dura un mes, aguanta 5 días con un uso normal. Lo he utilizado para las notificaciones, en algún momento puntual también lo he utilizado como podómetro para contar los pasos, y para controlar la música.
A grandes rasgos es un “cacharro” interesante. Sin embargo, me deja con ganas de más, de probar algo más funcional, como lo que promete Android Wear. Tras esta semana de uso, me he acostumbrado a mirarme la muñeca para ver la hora (no suelo usar reloj, por lo que no estaba acostumbrado a hacer este gesto). Y he notado más lo que me aporta al no tenerlo puesto.
Sin duda me he quedado con ganas de un Smartwatch. Mucha gente se pregunta que cual es la verdadera funcionalidad de estos gadgets y si realmente aportan algo, tras mi experiencia solo puedo decir que apenas sacaba el móvil del bolsillo. Y creo que eso es un cambio considerable, ya que la batería del móvil sufre menos.
¿Alguno de vosotros tiene un Smartwatch? ¿Los encontrais útiles?
[…] ha caído en mis manos un dispositivo que utiliza como software Android Wear. Ya había comentado mis experiencias con un Sony Smartwatch 2, cuya principal carencia, a mi parecer, era no contar con el sistema operativo de Google para […]