GrooveShark fue bruscamente cerrado en abril, tras un devastador fallo judicial que encontró a sus fundadores responsables de una infracción de copyright.
Con el cierre los usuarios de GrooveShark no sólo perdieron una fuente gratuita de streaming de música, sino también las listas de reproducción cuidadosamente organizadas con su música favorita.
Las listas de reproducción guardadas en GrooveShark probablemente fueron entregadas a los sellos discográficos que presentaron la demanda, junto con el resto del sitio.
Pero ahora un grupo de técnicos israelíes dicen haber rescatado casi toda la base de datos de GrooveShark, lo que es un gran alivio para los fans más acérrimos de GrooveShark. De hecho, han construido su propio servicio de streaming, en un sitio web llamado StreamSquid, que según su cofundador, Ofir Yosef, es perfectamente legal.
StreamSquid no permite la subida de archivos MP3 como en GrooveShark. En lugar de ello, pide a los usuarios que digan cuáles son las canciones les interesan o les pide que identifiquen sus listas de reproducción de GrooveShark, luego busca las canciones sueltas en las listas de grandes éxitos como el Billboard Top 100, luego las vincula a las versiones autorizadas de esas canciones en YouTube o en Soundcloud.
Yosef estima que su equipo fue capaz de encontrar cerca del 90% de la base de datos de listas de reproducción de GrooveShark, aunque están totalmente seguros de que así sea.
GrooveShark tenía más de 20 millones de usuarios, y Yosef es cauteloso al explicar cómo él y sus amigos consiguieron las bases de datos con las listas de reproducción.
«Llegamos a conocer tres o cuatro personas que habían recogido estos datos». Y a pesar de que todo fue legal, prefieren permanecer en el anonimato.»
Yosef dice que la parte más gratificante de su proyecto surge cuando las personas se dan cuenta de que su colección de música de GrooveShark realmente NO ESTÁ PERDIDA.
¿Nos podemos fiar de estos chicos?
Bueno, una cosa es ayudar a los entusiastas de GrooveShark a recuperar sus enormes listas de reproducción, y otra muy distinta es construir un producto de éxito en el cada vez más competitivo negocio del streaming de música. Yosef y sus compañeros no han dejado sus trabajos, y aseguran que no lo harán. No pretenden hacerse ricos con StreamSquid.
StreamSquid no requiere de ningún tipo de registro, por lo que el sitio muy fácil de usar. Sólo entras y escuchas lo que quieras.
La mayoría de los principales accesos a StreamSquid parecen vincular a los clips con licencia de YouTube subidas por los titulares de derechos, y el streaming de los mismos parecería legal. Aun así, no creo que pase mucho tiempo antes de que las disqueras empiecen a hacerle la vida imposible a estos chicos.
Busqué un par de álbumes a través del catálogo de StreamSquid, y me encontré que la mayoría de las canciones vinculaban a los vídeos oficiales con licencia, así como a versiones generadas por los usuarios de las canciones.
De momento todo se ve limpio con StreamSquid. El servicio es gratuito, fácil de usar, con una interfaz intuitiva y con un sólo clic puedes recuperar todas tus listas de reproducción de GrooveShark. Mejor, imposible.
Al mismo tiempo, soy consciente de que los chicos detrás de StreamSquid no pueden hacer todo esto de manera altruista, a cambio de nada. De momento parece que ese es el caso, pero sé que el simple hecho de tener el sitio en funcionamiento requiere e un gasto de dinero de sus bolsillos, y eso me me lleva a pensar a que pronto tendrán que buscar una manera de financiarse para mantener todo funcionando.
Mientras eso sucede, a disfrutar de StreamSquid.