En el sector de los smartphones, hemos visto como cada fabricante renovaba sus buques insignia a un ritmo aproximado de 6 meses. Y parece que les funcionaba, aunque por lo menos aquí en España la media con la que el usuario cambia de móvil es de 30 meses.
¿Y qué tendrá que ver esto con PS4 Pro? Pues mucho más de lo que parece.
El concepto de rediseñar el hardware aportando pequeñas y leves mejoras es un concepto pensado en exprimir más aún al usuario, haciéndole creer que su última compra en tecnología, a la cual no le ha dado ni tiempo a sacarle provecho, ya ha quedado obsoleta tras apenas unos meses en el mercado.
Todos hemos visto como las cámaras del móvil pasaban de tener 16 megapíxeles a 23, los núcleos de 4 a 8, los nanómetros reducidos, las pantallas más resolución. ¿Y el uso real del dispositivo? El mismo. Redes sociales, mensajería, algún juego no muy exigente y multimedia.
Si nos paramos a pensar es prácticamente el mismo uso que hacíamos con nuestro Dual-core. Las fotos son más nítidas, si, pero la mayoría que vemos siguen siendo selfies sin ninguna composición artística, o fotos de fiesta con los amigos, o si me apuras fotos/videos bajo el agua que fácil se pueden conseguir con una funda hermética de 3€.
El uso del dispositivo será más fluido, pero ¿vale la pena realmente el cambio? Entended que nos referimos al usuario medio, claro que mucha gente profesional usará el móvil como herramienta de trabajo y necesitará lo más puntero, incluso fotógrafos o ejecutivos que aprovechen al máximo la memoria RAM con sus programas de productividad. Así como artistas callejeros que le den buen uso como, por ejemplo el uso de slow motion haciendo trucos de skateboarding.
Pero al usuario medio le están engañando. Le están haciendo creer que necesitan versiones mejoradas de lo que ya tienen, con características que posiblemente ni aprovechen. ¿Cuántos de vosotros tenéis TV 4K? Pero… ¿A que vuestro móvil sí graba en esa resolución?
Lo mismo pasa con PlayStation 4 Pro. Por un intento de cambiar totalmente el concepto de «cómprate una videoconsola y aprovéchala al máximo durante los 7 años de su generación», Sony ha lanzado una revisión de PlayStation con apenas tres años en el mercado.
Si recordáis los últimos títulos de cada videoconsola pasada, eran los que más exprimían el hardware. Tras años conociendo y aprendiendo sobre su kit de desarrollo, se desarrollaban auténticas obras maestras de la optimización. Véase The Last of Us en PlayStation 3 o Shadow of the Colossus en PlayStation 2. Ahora esto se acabó.
A los desarrolladores se les presenta la oportunidad de hacer dos versiones diferentes para una misma plataforma. Una versión vitaminada con mejores gráficos, efectos, antialiasing o tasa de frames, y una versión estándar. Como usuario de PS4 no tienes que estar muy contento viendo que tus juegos favoritos ya no sólo lucen con peores gráficos, sino también con peor rendimiento.
PlayStation 4 Pro presenta el doble de potencia en la GPU respecto a la anterior, ofreciendo 4.2 TFLOPs frente 1,8. La CPU sigue siendo la misma y sólo ha visto aumentada su velocidad de reloj, así que permitidme dudar de si es una maniobra suficiente para eliminar la existencia de un bottleneck entre ambas.
Si comparamos a PS4 Pro con un PC, la tarjeta gráfica más similar que encontramos es una NVIDIA GTX 970, y aunque los 8 GB de GDDR5 compartidos en PS4 Pro permitan una ligera ventaja en la carga de texturas de mayor resolución, ¿no os parece potencia insuficiente para mover títulos actuales a 4K nativos? Incluso reescalados debería ser una resolución difícil de mover sin eliminar opciones gráficas.
Aquí es donde entra en juego Microsoft anunciando su próxima revisión de Xbox One, conocida por su nombre clave Project Scorpio. De la que presumen tendrá 6 TFLOPs de potencia gráfica capaz de mover cualquier juego a resolución 4K nativa sin sacrificios visuales. Parece que uno inicia la maniobra y otro la sigue, poniendo fin al concepto de videoconsola tal y como lo conocíamos.
La verdadera pregunta es ¿merece la pena PS4 Pro? Si el mercado de las consolas sigue este camino y siempre quieres estar a la última, lo que tú buscas es una experiencia modular actualizable, y aquí la cosa está clara, cómprate un PC.
Y si quieres disfrutar los títulos exclusivos de cada plataforma, espera un poco a que se llene de catálogo suficiente y baje el precio de la misma, o si no corres el riesgo de comprar una pieza de hardware overpriced, que quedará obsoleta cuando creas que empiezas a sacarle partido.
Si ya eres usuario de una PS4, realmente PS4 Pro no te va a aportar nada sustancialmente distinto, y si no la tienes, lógicamente tu mejor opción sera comprar ésta última. Si te pican mucho los ojos con esos 30 FPS, siempre puedes vender tu equipo a alguien de segunda mano y adquirir la nueva, pero la próxima vez espera antes de comprar una videoconsola de lanzamiento y espera una revisión. Es un consejo que te dejo.