El descubrimiento de la NASA se ha anunciado hoy mediante un comunicado especial, en el que confirman la existencia de 7 exoplanetas que orbitan la estrella TRAPPIST-1, a 40 años luz de la Tierra.
Esta estrella se trata de una enana roja ultrafría mucho más pequeña que el Sol. Solo posee un 8% de su masa y un brillo mil veces menor.
No obstante, tres de estos planetas están situados en la llamada «zona habitable», y reúnen las condiciones necesarias para poder contar con agua y océanos, y con ellos puede que albergar vida.
La temperatura de los 6 planetas más cercanos a la estrella tendrían una temperatura en la superficie de 0 a 100 grados, lo que permitiría agua en estado líquido.
El objetivo de la NASA es estudiar y determinar si existe vida en ellos
Lo más sorprendente de este hallazgo es el tamaño de los 7 planetas tan similares a la Tierra. Al ser 80 veces más grandes respecto a TRAPPIST-1, que la Tierra respecto al Sol, bloquean una mayor cantidad de luz al orbitar, y al tapar esa luz se han descubierto los planetas con técnicas de fotometría.
Todo comenzó en 2010, cuando el telescopio TRAPPIST (Telescopio Pequeño para Planetas en Tránsito y Planetesimales) ubicado en Chile descubrió a la enana roja que forma el centro de ese nuevo sistema solar. Tras ello la NASA enfocó su telescopio Spitzer y se observó durante 20 días.
A partir de aquel indicio, tras estos años se han recogido pruebas de 34 objetos que han transitado frente a la estrella, atribuyéndose a la órbita de estos 7 planetas descubiertos.
Se espera saber si hay vida en el plazo de una década
En una entrevista concedida a Amaury Triaud, un investigador de Cambridge, se comentó que en esta primera fase inicial queda saber la composición de los planetas, el clima, o la existencia de atmósfera, así como el resto de detalles para determinar si hay vida.
Estos últimos años se han reunido pruebas de que los planetas con el tamaño de la Tierra son comunes en la galaxia, pero este último descubrimiento apunta a que son más corrientes de lo que se pensaba.
Si estáis pensando en visitar estos nuevos mundos, siento decepcionaros, pero se tardarían 300.000 años en llegar con la tecnología actual. Una de las ideas del genio Stephen Hawking es enviar pequeñas naves robots del tamaño de un chip de ordenador, que pudieran viajar a 60.000 km/segundo y tardarían unos 20 años en llegar al sistema Alpha Centauri.
Si te interesa saber más, expertos de la agencia están respondiendo preguntas a los usuarios vía Twitter mediante el hashtag #asknasa.