El segundo smartphone más vendido en la historia de Samsung no recibirá actualización oficial a Android 4.0 Ice Cream Sandwich, dejando a los propietarios de dichos teléfonos decidir entre comprar un teléfono nuevo, quedarse con Android 2.3 o instalar una versión hackeada de Ice Cream Sandwich. Aparte del Galaxy S, la tableta Samsung Galaxy Tab tampoco recibirá actualización a Android 4.0, y todos nos preguntamos ¿Por qué? Según Samsung la razón es su propia interfaz TouchWiz, la cual no podría funcionar de forma satisfactoria con el hardware (memoria/procesador) del Galaxy S y el Galaxy Tab.
Si fuera cierto no tendríamos ninguna queja, el problema es que esta más que una mala excusa, es una gran mentira y a continuación explico porque.
Tanto el Galaxy S como la tableta Galaxy Tab debutaron en el verano en 2010, hace un año y medio, y si bien es cierto que los dispositivos electrónicos tienen una vida útil limitada en lo que a actualizaciones se refiere, no entendemos, ni aceptamos la historia de Samsung de que el problema es la interfaz de usuario TouchWiz. Pero lo peor no es eso, lo indignante es que Samsung nos está viendo la cara al obligarnos a comprar un nuevo teléfono con una excusa tan mala.
¿Acaso puede quedar en la obsolescencia un smartphone lanzado hace 18 meses? ¿Acaso el Galaxy S no era el teléfono que hasta hace unos meses Samsung promocionaba como el mejor smartphone y como mejor que el iPhone 4? ¿Por qué Samsung nos prometió actualizaciones para luego cambiar de opinión?
La respuesta a todas las preguntas anteriores se responde con una sola palabra: DINERO. Samsung sin dudas podría soportar una actualización a Android 4.0 recortando el tamaño de sus personalizaciones, o incluso eliminandolas por completo y permitirle a los usuarios actualizar a Android 4.0.
El problema es que Samsung considera que su relación con el consumidor concluye en el momento en que se completa la venta. Mientras que Apple, Microsoft y otros proveedores de software han aprendido el valor de apoyar a sus usuarios actuales con la esperanza de atraer a otros nuevos, la actitud de Samsung sigue profundamente arraigada en su historia como fabricante de hardware.
Este es el caso de Samsung, pero también es el mismo de cualquier fabricante que opte por utilizar Android. Prácticamente no hay incentivos para que cualquier fabricante de Android soporte sus equipos con actualizaciones de software más allá del lanzamiento de su próximo «mejor» modelo.
Samsung, como HTC y Motorola (hasta hace unos meses), son todas compañías de hardware. Compañías que sólo ganan dinero cuando el dispositivo es comprado por una compañía de teléfonos o un individuo. A partir de entonces, cada onza de esfuerzo que se ponga en la producción de una actualización para los dispositivos existentes en el mercado se come parte del beneficio en la venta.
Samsung no tiene ningún ecosistema o una plataforma propia. De hecho, se puede decir que Android en si mismo no es ni siquiera una plataforma, más bien es una colección de herramientas que permiten a las empresas construir una plataforma.
Comparen esto con lo que Amazon decidió hacer cuando eligió utilizar Android en el Kindle Fire. Ahora, para todos los efectos y propósitos, Amazon posee su propia versión de Android. Que, a diferencia de todas estas compañías que sólo saben fabricar teléfonos móviles usando Google Android con una piel deprimente como maquillaje, está en control de su plataforma y tiene un incentivo para mejorar y actualizar la misma.
El problema no es Samsung, el problema es sistémica a Android. Los fabricantes de hardware para Android ven pocos beneficios en la actualización de los dispositivos, aun cuando tengan menos de un año de edad. Y, aunque creo que es una táctica un poco desconsiderada, no los culpo. Después de todo, quieren lo que todos queremos: GANAR DINERO!
¿Cuál es la mejor manera de resolver este problema? Aunque a muchos les duela, Apple parece haber resuelto el problema haciendo su propio hardware y su propio software. De ese modo, tienes el incentivo para crear una plataforma que deleite a sus clientes, los fideliza y al final les de una razón para seguir ofreciéndoles actualizaciones.
Google sabe que este es el camino correcto a seguir. Por eso el Google Nexus S, que básicamente tiene el mismo hardware que el Galaxy S, si verá una actualización a Android 4.0 Ice Cream Sandwich, y por esa misma razón sus dispositivos Nexus tradicionalmente han tenido las actualizaciones de prioridad aun después de que los fabricantes han dejado de ofrecerlas.
Finalmente solo puedo aconsejarle a Samsung (y a los demás fabricantes Android) tener un poco más de responsabilidad para con nosotros, los clientes. No es justo que un teléfono con 18 meses de antiguedad quede condenado a la obsolescencia, sobre todo cuando un par de meses atrás nos vendían ese mismo dispositivo como el nuevo santo grial.
Cuando una compañía se enfoca en ganar dinero antes que en la satisfación de los usuarios, se corre el riesgo de perder ambas cosas.
Ahora entiendo porque los usuarios del iPhone son tan fieles…no es fanatismo, es satisfacción de contar con una marca que los respalda.
Odio decirlo, pero es verdad. Samsung, Motorola, LG, simplemente piensan en ganar dinero y por eso no les importa dejar sus dispositivos sin actualización. De todos los fabricantes de dispositivos Android sólo HTC valora un poco el esfuerzo que hacemos para comprar sus teléfonos.
Si Samsung sigue como va perderán más por menos.
Por eso mismo no compré el galaxy tab y preferí pagar un poco más y comprarme el iPad. No me confiaba en pagar 400 dólares por una tableta para que al año y medio ya no valiera ni un tercio del precio.