El mercado negro de teléfonos móviles robados en los Estados Unidos se extiende más allá de sus fronteras. Y ahora Estados Unidos y México están cooperando en un plan para asegurarse de que los dispositivos móviles robados en Estados Unidos no sean reactivados al sur de la frontera.
En un acuerdo firmado en días recientes en Washington, D.C., los proveedores de telecomunicaciones mexicanos participarán en una base de datos internacional de teléfonos y dispositivos móviles robados.
Además, la Comisión Federal de Comunicaciones y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México cooperará en un informe para supervisar el desempeño de los operadores móviles en el cumplimiento de su promesa de no permitir la activación de teléfonos robados en sus redes y colaborar en una estimación del tamaño del mercado de dispositivos robados. El presidente de la FCC, Julius Genachowski anunció el pacto junto con el subsecretario de Comunicaciones de México, Héctor Olavarría Tapia.
El robo de dispositivos móviles se está convirtiendo en un problema cada vez mayor, y representa un 40% de todos los robos en las grandes ciudades de Estados Unidos, según un comunicado de la FCC.
Me parece una excelente iniciativa, pero más que evitar que los teléfonos móviles robados puedan ser llevados a México, preferiría que hubiese una forma más eficiente de localizar los teléfonos robados. Quizás con un poco de ayuda de las compañías telefónicas. O en el peor de los casos, una manera de dejarlos inutilizables, para siempre.