Mi país, República Dominicana, 48,670 Km² de pura belleza natural, de gente tan cálida como el clima y de riquezas inmensurable. Sin embargo, no todo es bueno en mi amado país, si bien somos un país con recursos suficientes como para que cada persona viva de manera decente, lo cierto es que este es uno de los países peor administrados. Desde la llegada de los colonizadores en 1492 todo el que ha ocupado un cargo de poder en el país lo ha hecho pensando en su beneficio propio, y obviando las necesidades del pueblo.
República Dominicana es un país en dónde los que gobiernan son los primeros que ponen el mal ejemplo, son los primeros que violan la ley y los principales promotores de la anarquía disfrazada de democracia que desde hace años nos corroe. En pocas palabras, en República Dominicana todo el mundo hace lo que le da la gana. Las leyes existen pero solo sobre el papel y se aplican rara vez, pero casi siempre se aplican a los pobres y desposeídos.
En ese sentido, no es raro que las compañías extranjeras y locales que operan aquí, obedezcan al mismo comportamiento. Un buen ejemplo son las compañías telefónicas. El servicio telefónico es uno de los más caros del mundo, el internet y los planes de datos se ofrecen a precios muy por encima de los que se pagan en países desarrollados. Pero el principal problema viene cuando las compañías se hacen conscientes de que aquí, en la República Dominicana, el poder lo tienen ellas y el cliente es una mierda al que solo le queda acepar que » la empresa siempre tiene la razón».
A continuación les explico el porqué de indignación.
Resulta que hace unos días el iPhone 4 por fin llegó a la República Dominicana de mano de dos de las principales operadoras telefónicas: Claro-Codetel y Orange. Resulta que los planes ofrecidos por la compañía Claro-Codetel para el iPhone simplemente son absurdos: caros y con poco que ofrecer. Con Orange es todo lo contrario, los planes son buenos y relativamente asequibles, pero como de costumbre y como suele ocurrir aquí, siempre buscan la manera de meter la pata.
En mi caso tengo un iPhone con plan con Orange desde hace ya bastante tiempo y soy libre para cambiarme de compañía en cualquier momento, pero el hecho de que solo pueda elegir entre malo y peor, me ha obligado a mantenerme con Orange. El asunto es que he llamado hace unos días para solicitar un iPhone 4 con uno de los planes que ofrecen y resulta que solo lo ofrecen para líneas nuevas. O sea, si quiero el nuevo iPhone 4 tengo que coger un nuevo número, no importa si ya tengo un número con ellos mismos.
Pero si un cliente viene de otra compañía y trae su número si le venden el iPhone 4 y le dan su número, lo que me lleva a pensar que Orange favorece a los que no son clientes en perjuicio de los que si lo son. Se supone que hacer un upgrade de un móvil a otro no debe ser tan tramático, sobre todo si eres cliente de la compañía, pero en República Dominicana y con Orange no es así. Al final debo decidir si quedarme con mi iPhone y no comprar el iPhone 4 o irme con la competencia. Cualquiera que sea la decisión que tome, será en función de lo que las compañías quieren que yo haga y no motivado por lo que yo quiera hacer.
¿Cuándo llegará el momento en qué en República Dominicana las cosas se hagan como se deben de hacer?